Tocar la guitarra con guantes es imposible...
No existe ser humano que se auto-castigue tan duramente como yo.
Por mis cojones que podré volar...
Domingo, 21:17h...
Día de frío y buen rollo en familia.
De despertarte, poner Pedrá, calzarte la camiseta de Nirvana e irte a ver un partido de fútbol con tu primo y que lleve en el coche eso que él y algunos incultos consideran música y yo basura.
De comer en familia y que no acepten tu opinión por más que intentes entrar en uno de esos "debates" trascendentales que se tienen entre cerveza.
Día de sacar los gorros y que no me miren como si estuviera loco... y usarlos con la excusa para no peinarme.
Y darme cuenta de que, si algún día llego a algo en esto de la música en invierno saldré a tocar con un gorro, es la única forma de que yo me convierta en fotogénico.
Un día en el que los planes de hacer una escapada a Madrid pronto siguen muy presentes pero el dinero parece huir de mi por más que lo necesito.
Un día en el que lo único que apetece es poner una de tus comedias favoritas, meterte en la cama bien tapado y dejar que el día llegue a su fin por sí solo, sin aditivos.
En resumen, un domingo de estar toda la tarde encerrado en casita con el gorro puesto, el calefactor enchufado y la guitarra a mi lado... ¿Para qué escribir más si a nadie le importa lo que me pueda pasar? ¿Para qué escribir más si la belleza está en las pequeñas cosas?
"No hay nada que no puedas hacer, solo aquello que creas que no se
puede hacer." (Jemager Taylor)
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