Falla y te agarras a tu cumpleaños.
Vuelve a fallar y te agarras a que empieza un año nuevo.
Pero una vez más falla.
Te das cuenta que nada te motiva, que sonríes para evitar preguntas... y que todo esto está pudiendo contigo.
Sufrimiento.
Frialdad.
Soledad, aún estando rodeado de gente.
No saber qué hacer...
Estás vacío.
(...)
Pero se acabó.
Se acabó el hibernar.
Comienza el deshielo.
Aunque sea enero y no agosto, no me importa lo grande que sea el reto.
Porque si quieres PUEDES.
Porque si crees CREAS.